Los niños a menudo inventan historias, deformando la verdad
proyectando un deseo, para obtener una
recompensa inmediata, o simplemente para evadir las consecuencias de su
conducta como es el caso de un castigo.
Las mentiras por falsificación u omisión pueden surgir de forma
espontánea como un manera de evitar un castigo o para excusar una falta de
puntualidad o de cumplimiento de alguna tarea encomendada. Llegar tarde a una
cita o no tener preparado el trabajo solicitado el día anterior pueden ser
situaciones propicias para que surja la mentira.
Los beneficios inmediatos que provocan estas mentiras pueden ser
el detonante de un refuerzo para repetir dichas conductas; al observarse que
cuanto más se repite menos tareas debe cumplir. Existe una línea muy fina,
entre un comportamiento buscando el beneficio inmediato y la conducta adictiva,
ya que la segunda se adquiere por la repetición, pero sobre todo por la
sensación de impunidad que deja a quien miente.
En el caso de un adicto-a, aunque quiera, no puede dejar de
mentir, pues se ha convertido en una parte de su forma de comportarse y
relacionarse con los demás, llegándose a sentir indefenso si no adorna la
verdad con mentiras que
la hagan más interesante.
Todos estamos expuestos a que pueda surgir la ocasión, la
diferencia dependerá de la formación de valores de la persona de saber
que aquello que hace no es correcto y sobre todo de ponerle freno para que no
vaya a más.
La situación que puede originar un comportamiento mitómano suele
estar relacionada con el estréss, cuando la persona se encuentre en un momento
comprometido y piense en recurrir a la mentira como una salida fácil a dicha tensión; precisamente esa
liberación que va a sentir cuando salva la situación con la mentira va a ser
el motivo para que se vuelva a repetir en otras ocasiones.
No existe un patrón sobre donde será la primera vez, ni cómo se
mantendrá, pero si es cierto que si la persona se encuentra en una ambiente
donde dicha conducta es normal,
aceptada o justificada será mas fácil que se repita, por ejemplo, en el grupo
de amigos, donde puede hasta que sea tomado como una gracia las continuas mentiras de uno de sus
miembros.
Aunque los familiares
y amigos son los que más
expuestos están a estas mentiras, también son los que antes se dan cuenta de
las mismas, precisamente por la convivencia con el mitómano, ya que conocen de
su vida y sobre todo ven la inconsistencia de sus mentiras a lo largo del
tiempo. Es por ello que las mayores “víctimas” son aquellas que se encuentra
esporádicamente, sin que vuelva a ver una relación con ella.
Cómo se leerá es importante darles oportunidad de decir la verdad,
darles una visión positiva de la sinceridad, y de que comprendan las
consecuencias que conllevan las mentiras, propiciando un clima de confianza.
El hecho de que el niño o niña demuestre valor y que diga la
verdad, dará pié a refuerzos positivos por el hecho de atreverse a decir la
verdad. El hecho de reprender por sí mismo no suele dar frutos, y además el
hecho de dramatizar puede producir que él o ella mienta más para focalizar la
atención.
Por ello, es conveniente trabajar la provención en educación
emocional (discriminar y gestionar sus emociones), habilidades sociales y formación en valores.
Aquí se anexan enlaces con documentos informativos de por qué los
niños –as mienten, y qué hacer en estos casos.
1-
Ofrecer pautas
sobre el manejo de conducta ante estas situaciones.
http://www.padresyhogar.com/ninos-mentirosos-que-hacer-con-un-hijo-mentiroso/http://www.webconsultas.com/mente-y-emociones/adicciones/mitomania-mentirosos-compulsivos-11319
UN EXPERIMENTO CON LA DEMORA DE
LA GRATIFICACIÓN
ADOLESCENTES QUE MIENTEN
COMPULSIVAMENTE
2.- Programas para trabajar a medio y largo plazo.
La adquisición de la educación emocional, las habilidades sociales y la educación en valores, suelen ser buenas bases que ofrecen resultados a lo largo del ciclo vital.
Este enlace tiene audio y es de carácter muy motivador en el aprendizaje de educar en sentimientos y habilidades sociales.
La adquisición de la educación emocional, las habilidades sociales y la educación en valores, suelen ser buenas bases que ofrecen resultados a lo largo del ciclo vital.
Este enlace tiene audio y es de carácter muy motivador en el aprendizaje de educar en sentimientos y habilidades sociales.
Aquí se presentan guías de educación socio-emocional que incluyen
interesantes programas para llevar a cabo en el aula.